Escrito por: Hermínia Gomà


La Resiliencia es un vocablo que deriva del latín resilio que significa volver atrás o rebotar. En física se dice de la capacidad de los materiales de volver a su forma original después de haber sido forzados a cambiar o deformarse. En psicología, la resiliencia o afrontamiento, se refiere a la capacidad de las personas, familias, equipos u organizaciones para recobrarse en situaciones críticas, sobreponerse y tomar el poder sobre la situación, en lugar de evadirse, huir o bloquearse. Se define también como aquella capacidad para proyectarnos proactivamente en el futuro con independencia de las dificultades que aparezcan.

Cuando afrontamos la vida como una escuela, cada situación adversa se convierte en una lección, cada adversario en nuestro maestro de vida. Para mí, hay una metáfora que describe claramente esta competencia: “el ave fénix que resurge de las cenizas”. La resiliencia sería el ave fénix que todos llevamos dentro y que nos capacita para transformarnos y crecernos ante las dificultades de manera genuina. La resiliencia nos permite reinventarnos, abrir ventanas cuando se cierran algunas puertas, estudiar para aprender una nueva profesión cuando hemos finalizado un ciclo laboral, atrevernos a realizar aquel sueño que hemos ido postergando a lo largo del tiempo, liberarnos de los lastres del pasado e incluso dejar de sobrevivir para atrevernos a vivir.

Todas las personas disponemos de un enorme potencial (a veces insospechado) para superarnos ante las adversidades. Dependerá de cada uno de nosotros que lo descubramos y utilicemos cuando la vida nos sorprenda desfavorablemente de manera imprevista. Una de las competencias clave para el liderazgo es la resiliencia, es decir, la capacidad de aceptar, responder y superar situaciones imprevisibles de manera satisfactoria. Cuando el líder es resiliente percibe el cambio o la adversidad como un desafío que fortalecerá sus competencias tanto interpersonales como intrapersonales. Si lideramos un equipo desde la resiliencia significa que nos preparamos para afrontar los desafíos, implementar estrategias que generen un clima de colaboración ante la adversidad, abrir nuestras mentes ante lo desconocido, crear una visión más profunda y con mayor perspectiva y conectar con la creatividad y los talentos individuales para poder realizar un verdadero trabajo de equipo.

Desde el Coaching Teleológico entrenamos la resiliencia de líderes y equipos acompañándoles para que aprendan a encontrar nuevas alternativas ¿Cómo? Promoviendo en el núcleo de las organizaciones valores como la confianza, la colaboración, la creatividad y el espíritu de superación y creando las condiciones necesarias para desarrollar su resiliencia.  Desde el Coaching Teleológico ponemos en el epicentro del proceso la pregunta ¿PARA QUÉ? Con esta pregunta nos centramos en el sentido y el propósito que inspira a nuestros clientes para que se dirijan hacia el futuro, en lugar de lamentarse en las causas de algo que es imposible de cambiar porque pertenece al pasado, a su área de preocupación.

El para qué coloca  a las personas en su área de influencia,
lo que les permitirá pasar a la acción de manera conciente y responsable

La resiliencia también es una competencia clave para el desarrollo de un profesional del Coaching Teleológico. Cada cliente es un reto y cada situación que nos presentan un desafío. Si esta competencia no la hemos desarrollado personalmente ¿Cómo podremos ayudar a nuestros clientes? ¿Cómo acompañarles en la toma de decisiones desde la incertidumbre? Por tanto, antes de ayudar a desarrollar esta competencia en nuestros coachees será imprescindible haberla desarrollado en nosotros mismos. La pregunta que me surge de manera natural es:

¿Cómo respondo a los sucesos que me impactan fuertemente,
que no puedo predecir y que me sorprenden?

Para ayudarnos en esta reflexión, me gustaría citar a un profesor libané-americano, Nassim Nicholas Taleb, que escribió  “El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable”. Taleb nos invita a reflexionar sobre la gestión de la incertidumbre y la complejidad y con qué tipo de razonamientos la afrontamos. En su libro anterior “¿Existe la suerte?: engañados por el azar” utilizaba el ejemplo que probablemente ya conoceréis del “pavo de Russell”, que llegó a formular su propia teoría sobre los hechos que observaba: “las personas me aman y son muy agradables conmigo porque todas las mañanas me dan de comer”. Al llegar el día de Acción de Gracias, se produce un hecho tremendamente impactante, inesperado y poco probable desde su experiencia como pavo (no como persona que lo alimenta) que desmiente su errónea teoría. La pregunta que me surge a continuación es:

¿Qué teoría o creencia (pavo de Russell) está poniendo en evidencia
esta situación que estoy viviendo como una adversidad?

En alguna ocasión todos hemos podido ser este pavo. Según Taleb a mayor frecuencia de ocurrencia de un hecho menor sensibilidad frente a lo inesperado”. De ahí la metáfora del cisne negro que Taleb desarrolla. A principios del siglo XVIII, los colonos ingleses que volvieron de Australia trajeron consigo, un cargamento de cisnes negros. Hasta ese momento, se pensaba que todos los cisnes eran blancos, porque eran blancos todos los que se conocían. Este hecho supuso una conmoción en la sociedad inglesa. Los cisnes son blancos. Comprobar que habían de negros generó un cambio de paradigma importante.

¿Cuántos cisnes negros han surgido en tu vida?
¿Cómo respondes a ellos?

Según Taleb hay dos hechos que nos condicionan. El primero es de índole genético-evolutivo ya que las personas no estamos preparadas para enfrentarnos a la incertidumbre, estamos preparadas para tomar decisiones en poco tiempo con muy poca información o basadas en teorías erróneas y seleccionamos solamente aquellos hechos que encajan en nuestras teorías (El pavo de Russell). Nuestra mirada tiende a encontrar aquello que está buscando. El segundo es nuestra formación cultural ya que procedemos de una escuela filosófica occidental donde preferimos tomar decisiones y afrontar la vida desde teorías estructuradas y comprensibles antes que aceptar la certeza del caos, el desorden y la compleja realidad de las interacciones humanas y sus consecuencias.

Por ejemplo, como coachs vamos a acompañar a directivos que en su rol ejecutivo no tienen ningún problema, saben planificar, programar y hacer cosas, pero desde su vertiente directiva se sienten perturbados cuando han de innovar o generar una visión de futuro para la organización. El tema es que no saben qué hacer cuando aparece un cisne negro en su escenario habitual. Los Coachs nos dedicamos a la profesión de acompañar, comprender y apoyar a personas y equipos humanos que se manejan en la complejidad. Conocer las aportaciones de Taleb nos permitirá ayudar a nuestros clientes a desarrollar su resiliencia. Aquí es donde nuestra labor como Coachs será vital para que nuestros clientes ganen seguridad y confianza. Estarán preparados para saber que, a pesar de que se dé un suceso de gran impacto, que no puedan predecir y que les sorprenda, poseen en su interior los recursos para afrontarlo exitosamente.

Características que podemos identificar en personas resilientes

El autoconocimiento, la paz interior, la facilidad para relacionarse con personas distintas, saber conectar con valores como el respeto, la responsabilidad, la integridad, la iniciativa, la esperanza y la confianza, haber tenido experiencias en distintos ámbitos profesionales, poseer sentido del humor, construir desde un pensamiento positivo, saber escuchar y empatizar, entrenarse en ponerse a prueba con regularidad en situaciones difíciles y facilidad para trabajar en la diversidad.

Las personas resilientes  poseen algo distinto a las que no han desarrollado esta competencia, lo que las hace tan diferentes es lo que conocemos como DETERMINACIÓN, significa mantenerse firmes, afirmar su voluntad frente a toda adversidad. Significa poseer una fortaleza de espíritu tal que son capaces de superar cualquier obstáculo que aparezca en su camino. Si a la determinación le añadimos coraje y algo de fe, estas personas poseerán una energía inamovible, un poder que las va a impulsar a hablar cuando antes permanecían en silencia y a avanzar si estaban estancadas, a  moverse si estaban quietas.

¿Qué nos puede ayudar a desarrollar nuestra resiliencia?

  • Darnos tiempo para reflexionar sobre nosotros mismos y para flexibilizar nuestra  manera de pensar las situaciones y a nosotros en ellas.
  • Aprender a interpretar los acontecimientos de otra manera para desarrollar nuestra adaptabilidad, plasticidad, positividad para llegar a cambiar nuestras  actitudes.
  • Saber que podemos cambiar y no quedarnos con afirmaciones del tipo “yo soy así”.
  • Saber que de todo podemos aprender sin dudar de nuestra capacidad de aprendizaje.
  • Conectar con nuestra Creatividad y Autoconfianza.
  • Desarrollar nuestra Perseverancia.
  • Dejarnos fluir,  relativizar  y no aferrarnos a nuestras expectativas.
  • Aprender a descubrir retos y oportunidades en las adversidades.
  • Conectar con nuestra área espiritual para hallar la paz y el equilibrio interior.
  • Sentirnos protagonistas de nuestra historia y no víctimas de las circunstancias.

Una fórmula para la resiliencia

Tom Peters, en su libro Las pequeñas grandes cosas (163 trucos para conseguir la excelencia) nos ofrece su fórmula para la resiliencia o cómo Prever lo Imprevisible. Para él son cuatro palabras: REDUNDANCIA, MARGEN EXTRA, PRECIO Y RESPIRAR.

La redundancia se refiere a tener varios planes alternativos antes de iniciar la acción. Tener en cuanta las contingencias.

El margen extra se refiere a disponer de tiempo para los imprevistos (de 4 a 5 horas antes de un evento importante).

La resiliencia tiene un precio. Las horas que no facturo, la inversión en planes alternativos, etc…

Respirar para calmarnos y hallar la paz interior que nos permitirá centrarnos en lo importante y confiar en nosotros mismos y en nuestros recursos.

Para finalizar

No olvides que en tu interior mora la resiliencia y eres tan capaz como el ave fénix de resurgir de tus cenizas, adversidades y de aceptar los cisnes negros que irán apareciendo en tu horizonte, lo que te permitirá revisar tus teorías erróneas (pavo de Russell) para elaborar otras más veraces, ricas, profundas y efectivas. Busca en tu interior y hallarás la determinación que te inspirará a lograr tus sueños y superar  todos los obstáculos que como lecciones para aprender, la vida no dejará de ofrecerte.

Hermínia Gomà
12 abril 2012