
Artículo escrito por Paula Folch alumna del PRACTICUM de Psicología de la que está cursando esta asignatura en el Institut Gomà.
Hace un par de semanas se empezó a difundir por las redes sociales un artículo publicado en el ABC sobre cómo evitar la masturbación. De entrada, el título me extrañó: ¿Evitar? “¿Para qué tendría que evitarse?” Aunque me llamó la atención no me creé ninguna expectativa; abrí el enlace con la intención de descubrir qué podía estar escrito detrás de un título tan polémico.
El artículo dice que hay ciertas situaciones que inducen a la masturbación como el aburrimiento, la soledad, el miedo, el estrés y el cansancio y que, para no caer en el “círculo vicioso” se plantean una serie de pautas y consejos para seguir evitándola.
La publicación defiende que la masturbación no es buena ni necesaria para la salud, que hace falta protegernos de la erotización del entorno y que, con una muestra de madurez y valentía -y no de debilidad-, forma parte de la decisión libre de la persona decir NO a la masturbación, ya que negarse no es “anormal”, al contrario: es prepararse para el amor sólido entendiendo esta preparación en términos de ganar calidad en la capacidad de amar.
Para llevarlo a cabo el artículo propone una serie de consejos para salir del círculo vicioso: Protegerse de la agresión comercial del erotismo ambiental con filtros en el ordenador o bien hacer uso de éste en un espacio compartido de la casa. También defiende que hay que llevar un estilo de vida saludable, cuidando la dieta, haciendo deporte y evitando los tóxicos ya que se permitirá tener una mayor salud psicológica al canalizar la energía sexual y la agresividad propia de la adolescencia. Para llegar a todo esto se necesita fuerza de voluntad, afán de superación y espíritu de sacrificio. Por otro lado, hace falta utilizar el tiempo libre de modo constructivo y no pasar la tarde en centros comerciales; esto podría hacer surgir “rollos de una tarde” y caer en la trampa de la masturbación y no del amor sólido. Una de las soluciones propuestas para pasar el tiempo libre sería construir un grupo de amigos con los que se hablase de temas como el aborto, la eutanasia, la responsabilidad delante el hambre en el mundo, etc. Es necesario evitar los grupos de amigos que se forman para compartir frustraciones y facilitar los constructivos en los que cada uno de los miembros cuenta.
Al leer el artículo me quedé de piedra. ¿Cómo es posible que en el S.XXI en el que vivimos aún se difundan publicaciones de este calibre? Antes de entrar en debate tengo que decir que este artículo deja mucho que desear. El texto no tiene estructuración aparente, no está basado en ninguna evidencia empírica que pueda corroborar la realidad que defienden y, además, está escrito por un periodista que no tiene formación en el ámbito de la sexualidad. La sensación que me llega es que se intenta difundir una opinión que no tiene ninguna validez ni es representativa para la población y que, además, no guarda respeto en las formas. Me explico:
Por un lado, venden que la masturbación se tiene que evitar y lo difunden como si fuese la única realidad posible haciendo sentir a todos los adolescentes y personas adultas como seres extraños al querer disfrutar su propia sexualidad.
Por otro lado, no se concreta el significado de los términos utilizados en el artículo. Por ejemplo, “tener claro que no es buena ni necesaria para la salud”, ¿a qué hace referencia el no ser buena ni necesaria? ¿Qué es lo que sí que es bueno y necesario?
Además, utiliza la argumentación de evitar la masturbación para así construir un amor sólido basado en una mejor calidad en la capacidad de amar. En este punto llegamos a un tema importante porque el mundo de la pareja y la sexualidad van de la mano. Antonio Bolinches, en la contra de La Vanguardia del 12 de Julio del 2011, dice que el deseo lleva a la pareja. Y así es. Una pareja sin sexo no es pareja, vendrían a ser compañeros, amigos, pero no se construye si no tienen en común el vehículo de la pasión y del sexo. También lo afirma Joan Garriga (2013) en el libro El Buen Amor en la pareja: La pareja proporciona intimidad, sexualidad, vinculación, crecimiento.
Para que se cumplan estos requisitos, o dicho de otro modo, para que exista el amor sólido que se defiende, es necesario que cada miembro de la pareja sea completo por sí mismo, es decir, que cada uno sea generador de su propia felicidad y se escojan el uno al otro para caminar hacia una misma dirección. Esta elección implica tener cierta madurez y para llegar a ella es esencial el autoconocimiento personal en toda su globalidad el cual incluye, obviamente, el descubrimiento y la toma de consciencia de la propia sexualidad. Sólo así, desde la propia vivencia del placer, se podrá vivir una relación sexual en pareja satisfactoria, ya que se tendrá consciencia de lo que se desea y se podrá comunicar a la pareja. A partir del conocimiento de nuestro propio cuerpo y de lo que nos hace sentir placer nos acercaremos cada vez más a formar el tipo de relación que cada uno quiere si el diálogo con la pareja es abierto y sincero.
Afirmando que se tendría que evitar la masturbación se atenta contra la libertad personal. Desde hace años que toda una sociedad ha estado y continúa luchando por los derechos personales, para la libertad de elección y expresión.
¿No es el ser humano en sí merecedor de una vida gratificante sea cuál sea la vida que se quiere llevar siempre que no dañe o perjudique a los demás? ¿No es uno mismo quién escoge cómo quiere vivir? ¿No es desde esta elección personal cómo cada uno construye su futuro? ¿No es desde esta responsabilidad y compromiso personal que las personas tienen la posibilidad de desarrollarse, crecer, en definitiva, autorealizarse?
Este liderazgo personal también incluye el permiso para disfrutar de una vida sexual gratificante. La persona es en sí misma un ser biopsicosocial, concepto que incluye la sexualidad no sólo cómo vehículo de unión con la pareja y de dejar descendencia sino como ser humano capaz de potenciar su autoconsciencia y autoconocimiento, y esto implica tomar consciencia desde qué rol estoy viviendo mi sexualidad, es decir, ¿desde un rol que no me permite hacerme responsable de mí mismo? ¿O desde un rol proactivo que me permite escoger cómo la quiero vivir?
Solamente desde la libertad personal uno se hace responsable de sí mismo y esto implica liderazgo personal, es decir, tener una buena autoestima, una mejor calidad de vida y un mayor bienestar personal y sexual.
Por último, se me hace inevitable pensar que detrás tal artículo como el que ha publicado ABC hay un interés político escondido. ¿Será casualidad que desde hace poco pretendan aplicar la ley antiaborto? Mientras el ex tesorero del PP, el señor Bárcenas, está pendiente de juicio por haber pagado en negro salarios a altos directivos del PP evitando los impuestos, se intenta desviar la atención con temas polémicos como el aborto, la masturbación o la homosexualidad.
Y, en relación a la religión, ¿qué opinión tiene la Iglesia de la masturbación? ¿En qué medida está o continúa influyendo en la difusión de estos artículos?
Me planteo seriamente qué país es en el que estamos viviendo, qué tipo de democracia nos envuelve, hacia dónde nos dirigimos y dónde quedará el valor de la persona delante valores sociales que se están perdiendo. Por el momento, creo que es necesario que los que creemos en el verdadero potencial de la persona nos unamos más que nunca para continuar luchando por los valores que nos mueven, los que nos dotan de sentido, los que nos impulsan a continuar trabajando para mejorar la salud psicológica y el bienestar personal y social.
Finamente, después de abrir el enlace, me di cuenta de que todo lo que hay escrito, bajo un título tan polémico, es fruto de la ignorancia y que el mensaje que transmite el artículo de ABC puede hacer mucho daño a la sociedad, por este motivo es necesario que los profesionales no nos quedamos de manos cruzadas al leer estos comentarios infundados y alejados del conocimiento científico.
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